31.5.13

a diez años vista…



El 14 de junio de 2003 fallecía, a los 73 años, Emilio Barbón. Lavianés ejemplar, protagonista de la lucha contra la dictadura, político modelo, socialista comprometido y ciudadano de bien. Uno de los grandes lavianeses que había dado el siglo XX en nuestro concejo.

De aquel 14 de junio se cumplen, precisamente, diez años. Diez años de radicales cambios, diez años de evolución permanente. Diez años que, sin duda, han sido trascendentales para la historia de nuestro país.

Para mí esos diez años siempre van ligados a recuerdos personales. El primero, a la propia figura de Emilio Barbón, al que siempre he considerado uno de los grandes del socialismo asturiano. La historia del socialismo se construye de la suma de cientos de miles de hombres y mujeres que van dejando su huella, su impronta, en el PSOE. Pero es cierto que hay compañeros y compañeras que brillan con luz propia, que marcan tendencia, que ejemplifican caminos. Emilio fue uno de ellos. Lo conocí a través de otro de los grandes, Pablo García, actual Presidente de la FSA-PSOE, cuando era un militante recién llegado a las Juventudes Socialistas. Emilio Barbón era ya, entonces, historia viva, leyenda. De todos aquellos encuentros, de escuchar a Emilio, de su visión política de las cosas, guardo gran recuerdo.

Pero hay más. La muerte de Emilio coincide en el tiempo con mi entrada en el Ayuntamiento de Laviana. El día de nuestra toma de posesión, coincide con el fallecimiento de Emilio. Diez años, por tanto, en los que el recuerdo a Emilio va ligado permanentemente a mi compromiso municipal.
La última intervención pública que recuerdo de Emilio Barbón fue coincidiendo con los cien años del socialismo lavianés, en octubre-noviembre de 2002. Como todas las suyas, dejaba ver en ella una gran visión histórica del socialismo pero sobre todo, era una intervención para el futuro, para lo que estaba por venir… 

Hoy el recuerdo a Emilio lo protagoniza su extensa familia, sus sobrinos, tíos y primos. Sus amigos. Sus compañeros. Y como no, la Fundación que lleva su nombre. Han pasado diez años pero la estela del recuerdo de Emilio llega hasta hoy y se prolonga, con fuerza, hacia ese futuro con el que Emilio Barbón siempre soñó.

*artículo publicado en La Cuenca del Nalón del mes de junio