Por desgracia, el 26
de junio habrá elecciones. Digo bien: por desgracia. Yo nunca quise
repetirlas porque la ciudadanía ya votó. Cada uno tendrá su opinión de
lo sucedido todos estos meses pero para mí hay una cosa clara: el único
que puso toda la carne en el asador, el único que mostró su disposición
“a quemarse” para que hubiera un Gobierno de España distinto del de
Mariano Rajoy fue Pedro Sánchez. Estoy seguro que la ciudadanía tendrá
eso muy en cuenta.
Así pues, ya que el 26
de junio habrá elecciones generales lo que hay que hacer es votar. Eso
de quedarse en casa, nada. Eso es lo que algunos quieren: que la gente
se quede en casa y que una minoría, con una gran abstención, se
convierta en una mayoría. Pues no. A votar y a votar en conciencia,
pensando lo que es mejor para España y para nuestra tierra.
En estos meses hemos
visto acentuarse determinados comportamientos que, a mí al menos, me
confirman el sentido del voto: nuevas detenciones ligadas a casos de
corrupción, investigaciones judiciales que confirman la financiación
irregular del partido del Gobierno. O decisiones que asustan, como saber
que la Unión Europea nos exige más recortes y, encima, nos amenaza con
una sanción por incumplimiento del objetivo de déficit.
En el caso de las
cuencas mineras nos encontramos con una nueva decisión del Gobierno de
España que me ratifica en la necesidad del cambio urgente de Gobierno:
la Unión Europea ha acordado con el Gobierno de Rajoy el plan de cierre
de la minería española. Un plan de cierre negociado por el Gobierno de
Rajoy y la Unión Europea sin contar ni con sindicatos mineros ni
empresarios, ni tampoco con Comunidades Autónomas o los Ayuntamientos
mineros. Hoy es más urgente que nunca el cambio y que se constituya un
Gobierno de España distinto: la continuidad ya sabemos qué significa.
Así pues, el 26 de junio a votar y a votar en conciencia. Yo ya estoy preparado para, con mi voto, decir un sí por el cambio.
¿y tú?