Dicen las encuestas que los políticos y la Política se considera, por los ciudadanos, el tercer problema de España. Y entre los males que suelen ponerse encima de la mesa, para descalificar la Política, está la falta de democracia interna de los partidos.
Siempre digo que no puedo opinar sobre el resto de partidos, más allá de la impresión que me produzca la forma en que adoptan sus decisiones. Ahora, del mío, algo puedo hablar. Y no sólo me voy a dejar llevar por teorías o filosofías más o menos manidas, que están en boca de muchos. Prefiero ejemplos prácticos. Y voy a poner uno.
Estos días está presente en todos los medios de comunicación la celebración de elecciones primarias para decidir el candidato o candidata socialista a la Comunidad de Madrid. No voy a posicionarme aquí sobre ninguno de los candidatos, porque a pesar de tener mi opinión, creo que no toca que hablemos los socialistas del resto de España, sino los de Madrid. Pues bien. Este es un ejemplo que nos permite a todos posicionarnos sobre si en los partidos hay o no democracia interna. En Madrid hay dos candidatos y la decisión de quién encabezará la candidatura socialista la tomarán los más de 17.000 militantes socialistas de Madrid. Tomás Gómez y Trinidad Jiménez, deberán trabajar y aspirar a obtener el apoyo de los militantes para ser proclamados candidatos. Pero no es nuevo este sistema para los socialistas. En 1998 decidimos que queríamos que José Borrell fuera nuestro líder frente a Joaquín Almunia -por cierto, a mí me tocó votar en aquellas elecciones-. El PSOE es, de todos los partidos políticos españoles, el único que tiene previsto en sus normas internas este sistema de elección, que se aplica cuando hay más de un candidato.
Aquí lo dejo. Dejo a vuestra opinión si las elecciones primarias son ejemplo -o no- de la posible existencia de democracia interna en los partidos políticos. Porque, en mi opinión, si los partidos quieren ser creíbles y representar de verdad a los ciudadanos, deben parecerse cada vez más a la sociedad que dicen querer representar.