
Generalmente cuando se habla de "espíritus" las personas tendemos a relacionar este término con la muerte. No obstante, no siempre es así... El espíritu es el interior de algo, la razón de ser de una idea o un compromiso. Es, en fin, lo que llena y mueve pasiones y corazones... El
espíritu de Vistalegre, nacido en octubre de 2002, sigue hoy muy vivo. En su momento supuso la recuperación, en un período difícil para la historia del PSOE, del orgullo de pertenecer a este Partido y de creer en él. Un espíritu colectivo -une en cada convocatoria a más de 25.000 personas- y que se plasma en una imagen: la de una plaza llena hasta la bandera y un rostro en el que todos nos sentimos representados: José Luis Ródriguez Zapatero.
Yo, que llevo asistiendo a todas las convocatorias -la del 2002, la del 2004, la del 2006 y la de ayer- tengo que reconocer que Vistralegre tiene para nosotros algo de mágico, de talismán político. Allí, más que nunca,
te sientes parte de un proyecto cuya fortaleza radica en la ilusión de las personas. Vistalegre es una auténtica fiesta. Allí hablamos de la situación política, compartimos inquietudes y reflexionamos, colectivamente, sobre el futuro.
Y no puedo negar que hay algo que a mí me alegra aún más. Y es que, junto a veteranos militantes socialistas llegados de toda España, cada edición veo más y más jóvenes. Son ya miles los jóvenes que se sienten parte de este proyecto, que vuelcan sus ilusiones en el gobierno de Zapatero. Que reniegan de tanta política-ficción. Que no quieren tensión política basada sólo en los grandes temas, porque a la gente joven de este país le importa mucho más que se solucionen sus problemas sobre vivienda o empleo... Y como dice siempre Zapatero,
lo mejor para este país está por venir...