Se acabó. Fin de la telenovela que llenaba las páginas de los diarios asturianos y los noticiarios de las distintas cadenas. Parecía que en Asturias éramos capaces de ganar todos. El PSOE en Diputados. El PP en votos. IU en influencia... Pero el voto emigrante ha hablado y ha dejado las cosas de la siguiente manera. El PSOE, más de 250.000 votos (42,0% de los votos). El PP, más de 248.000 votos (41,4%) e IU más de 58.000 votos (casi un 10%). En Diputados, 21 para el PSOE, 20 el PP y 4 IU. Conclusión: el PSOE ha ganado las elecciones en votos y en diputados. Y aunque pierde un diputado incrementa su porcentaje de apoyo. Teniendo en cuenta que en estas elecciones votó menos gente que en las del 2003, el PSOE obtuvo, sin embargo, 2.000 votos más y ha incrementado el porcentaje de voto en un punto y medio.Contra estos datos ya no valen más declaraciones. El PSOE ha vuelto a obtener la confianza de la ciudadanía y Ovidio Sánchez debe afrontar que ni a la tercera ha sido capaz de convencer a los asturianos.
Es tiempo de que el PP de Asturias se plantee qué ha hecho mal. Que analice con calma los resultados y vea que tiene que hacer para renovar la oferta electoral de su Partido. Y como no, para buscar nuevos líderes.
Pero ojo. No digo que eso es tarea únicamente del PP. El PSOE tiene territorios -el más sangrante, Madrid- en el que tiene que actuar de la misma forma. Los cambios, a buen seguro, se afrontarán en los próximos congresos de ambos partidos.
Y es que si los Partidos quieren seguir siendo útiles a la sociedad necesitan, sobre todo, responder a las demandas de la ciudadanía.
Un último apunte. Los ciudadanos son mucho más inteligentes de lo que algunos piensan. El PP de Asturias prometió el oro y el moro -¡y la luna!-. Y frente a ello el programa socialista era real, con los pies en la tierra. La conclusión la ha dado el voto: la gente ha apostado por el realismo, por la credibilidad. Y es algo que algunos deberían de tener en cuenta para futuras ocasiones.
