
De repente, sin buscar explicaciones a mis sentimientos, un chispazo, un recuerdo, me ha hecho pensar el porqué de tanta emotividad... Hoy cumplo tres años como Alcalde de Laviana.
Efectivamente, aquel 30 de septiembre de 2008, asumí la Alcaldía de mi concejo. Lo hice tras la dimisión del anterior Alcalde, Marcia, quién siempre tendrá y tiene mi cariño y mi afecto... Tres años para cambiar Laviana pero también para que cambiara la situación general de una forma radical. Entonces, se empezaba a hablar de la crisis. Hoy, la sufrimos. Un Ayuntamiento como el nuestro, delicado ya entonces económicamente, la ha sufrido como nadie, con un desplome garrafal de nuestros ingresos... Entonces, Zapatero acababa de ser reelegido, ese mismo año, Presidente del Gobierno de una forma contundente. Hoy, estamos ante unas elecciones generales que se presumen sean las más difíciles de la historia para mi partido, el PSOE...
En estos tres años han cambiado muchas cosas. Muchas cosas han cambiado en Laviana. Piscinas, La Avenida, Casa de Cultura, Parque de Barredos, Aceras a Tiraña, Fontoria Nueva, la Rectoral de Tolivia... Muchas, muchas cosas han cambiado para bien. Hemos construido una forma de gobierno con los ciudadanos, que quiero seguir mejorando. Y hemos hecho de la infacia, una prioridad.
Pero también en estos tres años hemos cometido errores. Yo el primero y los asumo. El error forma parte de lo más profundo del ser humano. Ahora bien, los errores sirven si de ellos se sacan lecciones. Yo, cada día, saco lecciones de lo que sucede en mi vida y de las decisiones que tomo. Sólo así doy respuesta al reto de mejorar.
Ahora, tres años después, sigo siendo el mismo de entonces. Tengo la misma ilusión, la misma pasión, las mismas ganas. Sigo soñando como sueñan los niños, sabiendo que sólo con sueños se puede predecir la realidad. Sigo teniendo la misma energía -aunque ahora más experiencia-. Sigo teniendo la misma capacidad de ser alguien moderado, tolerante, que acepta las críticas y que no guarda rencor ni a aquellos que calumnian o difaman porque no saben hacer otra cosa. Sigo amando la Política, así escrita, con mayúsculas, porque la Política es algo grande. Sigo sintiendo como sentía entonces, sintiendo las cosas grandes y pequeñas. Sigo queriendo a los míos, porque los míos, son el núcleo básico de mi vida. Mi familia -tanto la biológica, como la que me ha dado la vida, la de los amigos- sigue siendo, ahora y siempre, algo fundamental en mi vida. Me da fuerzas para seguir creyendo en Laviana, para no rendirme y para pese a los problemas, seguir luchando.
Aunque no todo es igual: aquel 30 de septiembre mi güelito Tito estaba en el salón de plenos mostrándose orgulloso de mi elección como Alcalde. Hoy, su presencia es el recuerdo. Sigue ahí, pero de otra forma. Ya no podré darle un beso y decirle que hace tres años me elegían Alcalde. Lo sé, un beso no le podré dar pero si le podré dedicar estas palabras...
Gracias a todos por estar ahí. Por dedicarme una sonrisa cuando nos vemos. Por las críticas que hacéis pensando en mejorar Laviana. Por perdonar mis errores. Por ayudarme a ser mejor persona. Por arrancarme a mí una sonrisa. Por hacerme feliz, aunque sea por un tiempo...
Hoy y siempre, ¡gracias!