22.2.11

23-F


Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Esa frase, desde que era muy joven, me ha obsesionado. Ha sido como un recuerdo machacón, permanente, de que el olvido no conduce a nada bueno, sino todo lo contrario.

Este 23 de febrero se cumplen 30 años desde aquel otro 23 de febrero que ha pasado a la historia de este país por suponer un ataque a la joven Democracia española. Aquel día un grupo de militares y guardias civiles tomaron el Congreso de los Diputados, retuvieron al Gobierno de España y al parlamento, mientras alguno de sus aliados sacaba los tanques a la calle como muestra de un golpe que buscaba, sobre todo, poner freno a la Democracia española.

Mucho había cambiado España en muy poco tiempo. Sobre todo, desde que aquel 3 de julio de 1976, el Rey Juan Carlos había designado Presidente del Gobierno a un joven político audaz cuyo nombre, siempre, irá ligado a la historia de España: Adolfo Suárez. Él fue el encargado de tender puentes con los partidos políticos de la oposición y aplicando aquella famosa frase "de la ley a la ley, pasando por la ley" o aquella otra "elevar a la categoría jurídica de normal lo que al nivel de la calle es simplemente normal", construir la Democracia española tal y como hoy la conocemos. En enero de 1981, creyendo de esta manera favorecer a su país, presentó la dimisión y así llegamos a aquel histórico 23-F. Ese día se votaba la investidura de su sucesor, Calvo-Sotelo. La toma por la Guardia Civil, a cuyo frente se encontraba un conocido conspirador golpista como era Tejero, dió horas e imágenes para nuestra historia. Entre ellas quiero recordar especialmente a quién ya no puede recordar: Adolfo Suárez. Aquel hombre, aún Presidente del Gobierno en funciones en aquellas horas, trató de plantarles cara a los golpistas -ayudado de su siempre fiel amigo Manuel Gutiérrez Mellado- y permaneció sentado en su escaño mientras las balas caían a su alrededor.

Aquel día terminó, después de muchas horas de confusión y miedo, bien. A la mañana siguiente, cuando ya amanecía, Tejero y el resto de golpistas se rendían. La posición del Rey y de la mayor parte de los militares así como la pronta reacción de partidos y sindicatos, todos unidos en la defensa de la Constitución y de la Democracia, hicieron posible que el golpe fracasara y que hoy vivamos en Libertad. Al día siguiente tuvo lugar la manifestación más multitudinaria que se recuerda en España: millones de personas tomaron la calle para defender la Libertad, la Democracia y la Constitución Española.

No está de más, cuando se cumple un nuevo 23 de febrero, que recordemos que la Democracia no es algo que existe porque sí, ni es eterno, ni tampoco inmutable. Que cada día hacemos más Democracia. Que la tenemos que defender cada día. Porque, no lo olvidemos, hay gente que, sin duda, aún hoy, le gustaría vivir en un sistema político autoritario, sistemas en los que viven millones de ciudadanos de este planeta que no pueden decir lo que piensan ni vivir libremente.

Recordémoslo hoy y siempre.

17.2.11

¡feliz cumpleaños!

El 17 de febrero de 2010 los lavianeses, por fin, ocúpabamos lo que es nuestro: la Avenida de la Constitución. Tras varios meses de obras, tras verla cambiar día a día, podíamos nuevamente hacer uso del que es, sin duda, el verdadero corazón de Pola de Laviana.

Pocas obras conozco, desde que estoy en este Ayuntamiento, que hayan tenido tanta aceptación popular y unanimidad en las valoraciones. Todo el mundo coincide que era una obra muy necesaria -la anterior Avenida estaba hecha polvo, literal- y que, además, aprovechando la misma, se han hecho cambios que nuestros vecinos reclamaban. Un ejemplo, el traslado del kiosco de la música a un nuevo emplazamiento -la plaza de los ayuntamientos democráticos- que ha contado con la satisfacción general de la ciudadanía lavianesa. Se ha vuelto a un modelo de Avenida más cercano al original, se ha aprovechado para mejorar espacios de usos juveniles como la pista deportiva (o la instalación de esos bancos como dice la gente, "especiales para jóvenes"). La Avenida, con esta obra, ha recuperado su verdadera razón de ser: punto de encuentro de los lavianeses y, muy especialmente, los polesos.

Aún hoy, un año después, veo en mis vecinos que disfrutan con el resultado de esta obra. Me alegra profundamente. La integración a la misma altura de la Avenida con el parque ha supuesto, además, ganar de nuevos espacios para uso ciudadano. Cada vez que veo a un lavianés enseñarle la Avenida a gentes de fuera, me doy cuenta que para todos se ha convertido en un símbolo de la Laviana que, entre todos, estamos construyendo.

No me queda más que desearle a la Avenida un feliz cumpleaños y, a todos nosotros, que la sigamos disfrutando muchos años más con la misma alegría con la que lo hemos hecho durante este año.

13.2.11

la Laviana que sueña


El tiempo pasa a veces tan deprisa que necesitamos, de cuando en cuando, pararnos y pensar con tranquilidad. Necesitamos echar la vista atrás, mirar las cosas, ver de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Es lo que tiene el vivir en una sociedad en la que el tiempo pasa a velocidad de crucero. A veces no somos conscientes de los cambios y si los vemos, no podemos verlos en toda su profundidad.

Esta reflexión me viene al hilo de lo que me dijo el otro día un señor que fue a verme a la Alcaldía. Un hombre mayor, con la experiencia de la vida que le dan sus noventa años y de juicio sereno. Me decía que quizás ninguno de nosotros era plenamente consciente de los cambios que Laviana estaba experimentando en los últimos años y los que, ahora mismo, también estamos experimentando.

Cuando se cierre esta legislatura, allá por el mes de mayo, Laviana cerrará cuatro años con un nivel de inversión pública único en su historia. Quedarán para el recuerdo obras como la Avenida (con el traslado del quiosco de la música), la Casa de Cultura, la reforma de Fontoria, las piscinas, el parque de Barredos, las aceras a Tiraña, los saneamientos... Pero aún habrá más. En estos momentos están en obra la reforma integral de las calles Langreo y Francisco Alonso y el recinto ferial polivalente -una obra, esta última, impresionante por su volumen y su importancia para nuestro sector comercial y ganadero-. Pero habrá más, porque para entonces estará lista la plaza de El Condao o los accesos y mejoras en 27 núcleos rurales del concejo. Dicho y hecho.

Así es. En mayo se cerrará una etapa de cambios históricos en Laviana que son buen ejemplo de la ambición que tiene la Laviana que sueña. O más aún: de los cambios que nos acercan, aún más, a la Laviana que soñamos cualquiera de nosotros.

De los cambios que nos acercan a la Laviana que sueñas.

8.2.11

la fuerza de Asturias

El PSOE de Asturias ha presentado sus lemas de campaña para las próximas elecciones autonómicas. El lema principal es LA FUERZA DE ASTURIAS, que será acompañado de otros dos lemas como son ASTURIAS EN SERIO y LA UNIÓN HACE LA FUERZA.

Estos lemas representan la opción del PSOE y en particular del candidato a Presidente Javier Fernández ante los próximos comicios. En palabras del coordinador de campaña socialista, Jesús Gutiérrez: "fuerza, unión y seriedad son un buen ejemplo de lo que entendemos que somos hoy los socialistas asturianos y muy en particular lo que representa nuestro candidato: Javier Fernández".

Uno de los objetivos de la campaña socialista asturiana será movilizar a la ciudadanía para que ejerza sus derechos y vote en las próximas elecciones. Sólo así, movilizándose los ciudadanos, se consigue fortalecer realmente el sistema democrático.

7.2.11

un partido unido


La realidad es la que es y, por mucho que uno la quiera negar, se queda en una reacción necia, sin sentido. Yo no puedo negar que hoy la Política está sometida a un ataque feroz como consecuencia de la pérdida de credibilidad de los políticos. Más allá de eso la ciudadanía es extremadamente crítica con los partidos políticos, a los que ve como algo hermético, cerrado, sin apertura hacia el exterior.

Ahora bien, reconociendo que esa crítica existe no podemos negar otra realidad: en una Democracia como la nuestra, los partidos políticos son parte esencial de la misma. La propia Constitución, en su artículo 6, hace referencia a esta importante labor de los partidos.

Dicho esto, existe otra realidad. La mayor parte de las veces, las noticias que se dan de los partidos son por conflictos internos, por rupturas, por enfrentamientos, por expulsiones o escisiones... Pocas veces se destacan en las noticias lo contrario: partidos unidos tras un programa y un liderazgo sólido. Y sin embargo siendo eso así, hoy más que nunca, dada la complejidad de lo que estamos viviendo, necesitamos que los partidos, que las organizaciones políticas, se dejen de pensar en sí mismas y piensen más en dar respuestas a la ciudadanía. Es decir, los partidos deben mirarse menos al ombligo y mirar más los problemas de la gente.

Por eso, en estos momentos tan difíciles, me siento más orgulloso que nunca al ver que el partido en el que milito, la FSA-PSOE y la Agrupación Local de Laviana, han cerrado un proceso tan complejo como la aprobación de las candidaturas a las próximas elecciones de mayo sin abrir vías de enfrentamiento. Y eso ha sido posible porque la militancia, en estos momentos, tiene claro que hay que pensar más en los problemas de la gente y no entretenernos en nuestros propios y ficticios problemas. Hace una semana los socialistas de Laviana aprobábamos con 151 votos a favor una candidatura ampliamente renovada. Lo hicimos en votación secreta, en urna y el resultado fue un 100% de los votos a favor. El pasado Sábado hicimos lo mismo en la FSA. En urna secreta se votó y se obtuvieron 191 votos a favor de la candidatura y dos en blanco (un 98,9% a favor). Lo podemos decir, por tanto, alto y claro: los socialistas acudimos a las próximas elecciones unidos, porque sabemos que los partidos, hoy más que nunca, tienen que trabajar para resolver los graves problemas que viven nuestros ciudadanos, no para pensar en nuestras preocupaciones internas.

Así es. Somos un partido unido. Somos la única fuerza política que es capaz de encauzar la fuerza de Asturias.