24.12.09
20.12.09
poder y democracia
Anda estos días revuelta la política asturiana por la dimisión de un conocido diputado regional. No es mi objetivo aquí analizar su decisión -algo que harán su organización política y, me imagino, los propios asturianos-, decisión que respeto y persona a la que deseo suerte en su vida. Lo que pretendo es analizar una de sus últimas afirmaciones y al hilo de ella, plantear una reflexión para el debate.
Reconocía este político asturiano, en varias entrevistas de estos días, que se sentía "más cómodo" en el papel de oposición político. Que le gustaba, vaya, ser oposición y para nada ser gobierno.
A mí, tal afirmación, me dejó muy asombrado.
Vivimos en Democracia. Ello significa, ni más ni menos, que los partidos u organizaciones políticas se presentan ante los ciudadanos con un programa, siglas y personas, tratando de aglutinar la voluntad ciudadana y, con ello, ejercer el poder político. Es decir, la razón de ser de las organizaciones políticas -al menos en Democracia- es tratar de conquistar el poder con la fuerza de los votos. Gobernar no es fácil. Exige tomar decisiones -muchas muy difíciles y muchas, muy polémicas-. Gobernar significar sacrificar. Gobernar significa, ni más ni menos, poner lo mejor de tí mismo al servicio de un proyecto y de una comunidad ciudadana. Por eso, que un político reconozca que su auténtica vocación es "ser oposición" o que se siente más feliz "siendo oposición", me parece surrealista.
Reconocía este político asturiano, en varias entrevistas de estos días, que se sentía "más cómodo" en el papel de oposición político. Que le gustaba, vaya, ser oposición y para nada ser gobierno.
A mí, tal afirmación, me dejó muy asombrado.
Vivimos en Democracia. Ello significa, ni más ni menos, que los partidos u organizaciones políticas se presentan ante los ciudadanos con un programa, siglas y personas, tratando de aglutinar la voluntad ciudadana y, con ello, ejercer el poder político. Es decir, la razón de ser de las organizaciones políticas -al menos en Democracia- es tratar de conquistar el poder con la fuerza de los votos. Gobernar no es fácil. Exige tomar decisiones -muchas muy difíciles y muchas, muy polémicas-. Gobernar significar sacrificar. Gobernar significa, ni más ni menos, poner lo mejor de tí mismo al servicio de un proyecto y de una comunidad ciudadana. Por eso, que un político reconozca que su auténtica vocación es "ser oposición" o que se siente más feliz "siendo oposición", me parece surrealista.
A veces, a una organización política, le toca asumir el papel de la oposición si así lo deciden los ciudadanos. Pero el ejercicio de la oposición, en Democracia, significa al final trabajar con todas las fuerzas para servir a la sociedad y aspirar a ser mayoría en el futuro. Es decir, un político que renuncie a aspirar a obtener la mayoría ciudadana y, por tanto, el poder, es un político que es un fraude para la propia Democracia.
Yo soy político. Me presento con un proyecto y unas siglas. Aspiraré, siempre, a tratar de representar a la mayoría de mis ciudadanos. Es decir, aspiraré a obtener la confianza de la gente. Y con ello, si me dan esa confianza, aspiraré a gobernar y servir así a la sociedad en la que vivo. Nunca aspiraré a ser oposición -por muy cómodo que pudiera ser o por muy feliz que me sintiera siendo oposición-. De igual forma asumo que por ser gobierno, no soy oposición. Y es que tan malo como querer ser oposición por sistema y no aspirar al gobierno -por estar más cómodo en ese papel. como reconocen algunos-, es querer ser gobierno a la vez que oposición -es decir, disfrutar de los privilegios de ser gobierno, pero tratar de pasar ante la gente por ser oposición-.
Dicen que no hay nada que quema más que el gobierno, que el ejercicio del poder político. Puede ser cierto. Por eso quizás alguno insiste en lo de sentirse más cómodo en el papel de oposición. Pero los políticos, en Democracia, lisa y llanamente estamos para "quemarnos", para gastar nuestras energías, para explotar al máximo nuestras fuerzas, al servicio de un proyecto común. En mi caso ese proyecto se llama Laviana.
16.12.09
vamos a darle luz a Laviana
El Jueves 17 de diciembre, a las 7, un buen número de vecinos y vecinas de Laviana nos congregamos, en la Plaza de la Iglesia, para proceder a encender nuestra iluminación Navideña para este año.
En otros municipios la iluminación navideña la instalan y la contratan los comerciantes. En Laviana, ya hace años, la iluminación de la Plaza del Ayuntamiento y de la calle Libertad, así como la iluminación del resto de los núcleos urbanos, la contrata el Ayuntamiento de Laviana. Una iluminación sencilla, modesta y ecológica. Pero que a buen seguro dará luz a Laviana. A ella se suma la iluminación que ciertos comerciantes de Laviana están contratando -quiero agradecerles, por tanto, su iniciativa- y cuyo consumo energético asume el propio Ayuntamiento.
Pero este año hemos querido dar un paso más. Laviana tiene su particular árbol de Navidad. Le hemos pedido permiso a la parroquia y por eso, hemos puesto luz y color a uno de los abetos gigantes de la parroquia. Además, trataremos de alegrar Laviana con villancicos en las calles, tal y como me habías pedido alguna gente.
Desde aquí gracias a todas las personas que os acercastéis al acto del encendido Navideño. Os deseo a todos y a vuestras familias, lo mejor. Y espero que este árbol que hoy hemos encendido nos de luz a los lavianeses en medio de tanta oscuridad.
10.12.09
un año después
El 9 de diciembre de 2008, con la presencia del Presidente del Principado, los lavianeses inagurábamos, por todo lo alto, nuestra nueva Casa de Cultura. Había supuesto una inversión superior a los 200 millones de las antiguas pesetas y el resultado, un espacio vanguardista, útil y de lujo, que mejoraba nuestras posibilidades para hacer política cultural en Laviana. Una obra que aunque tuve el honor de inaugurar como Alcalde, quiero recordar que fue impulsada por Marcia Barreñada, siendo concejala de Cultura Chusa Gálvez. A ambos quiero recordar con cariño, por las ganas que pusieron en este proyecto.
Pero teníamos un reto. Teníamos unas instalaciones de primera categoría. Casi diríamos de lujo. Una biblioteca que triplicaba la capacidad de la anterior, un salón de actos de primer nivel y una sala de exposiciones, que hasta entonces no existía. Pero insisto: teníamos un reto. Teníamos esas instalaciones, ahora había que definir bien la política cultural de Laviana y darle contenido.
La primera decisión que adopté como Alcalde fue agrupar la política cultural de Laviana en el servicio de Coordinación del CIDAN, reforzándolo con la incorporación de una persona más a la plantilla. Y ésa fue una decisión correcta, tal y como hemos comprobado a lo largo de este primer año. La Coordinación del CIDAN no sólo administra los recursos culturales e instalaciones de nuestro concejo sino que, además, impulsa el desarrollo de nuevas actividades, en estrecha colaboración con la Concejalía de Cultura. Y han ido más allá. Han trabajado y hecho posible que hoy, los lavianeses, podamos tener una vez al mes una hoja informativa con las principales actividades culturales que se desarrollan en nuestro concejo. Por tanto, la decisión de las personas y la forma de gestionar la Cultura en Laviana ha sido, en mi opinión, todo un éxito.
Los resultados se han hecho públicos. En un año y según el informe elevado a la Alcaldía, han pasado por la Casa de Cultura cerca de 40.000 personas. La Biblioteca ha llegado a casi 22.000 usos; 12.000 el salón de actos y más de 4.000 la sala de exposiciones. Para que nos hagamos una idea, sólo en obras teatrales, se han ofrecido 29 y eso ha llevado su asistencia a las 4.000 personas. El acto político de mayor asistencia, fue la inauguración, que rozó los 700 asistentes, seguido del mitin que dio la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que llegó a las casi 600 personas. La obra de teatro con mayor asistencia fue La Aldea Perdida, con más de 400 asistentes totales. En exposiciones, por número de asistentes, destacan las de autores locales y la que se celebró con motivo de los 30 años de ayuntamientos democráticos -casi 500 visitantes-. En cuanto al uso de la Biblioteca, todos los datos reflejan que las nuevas instalaciones son del agrado del pueblo de Laviana, duplicando el número de préstamos en adultos y, la mejor noticia, triplicando el número de préstamos entre los más niños.
Éste es el balance. Desde aquí quiero destacar la labor profesional de las personas implicadas en el buen funcionamiento de esta instalación cultural y las ganas que han puesto para convertir nuestra Casa de Cultura y Laviana en referencia de política cultural en toda Asturias. Y como no, quiero felicitar al pueblo de Laviana por el buen uso que ha dado de estas instalaciones, por la muestra de que esta apuesta es de futuro y que plasma nuestras ambiciones como pueblo. A todos, de corazón, gracias.
6.12.09
el día que decidimos ser libres
Hoy es 6 de diciembre. Se celebra el acto conmemorativo de la aprobación de la Constitución por los españoles. Es el día, en fin, en que decidimos ser libres. En que decidimos ser dueños de nuestros destinos como pueblo y como estado. En que se decidió como queríamos vivir y qué régimen político nos quisimos dar. Desde entonces, España ha avanzado más que en toda su historia y lo ha hecho desde la paz. No todo el mundo quiere esta Constitución. Algunos la intentaron asesinar un 23 de febrero. Otros le quieren hacer daño cada día. Pero allí ahí sigue, articulando nuestra vida y nuestro destino. Dispuesta a modificarse, para adaptarse a los nuevos tiempos pero dispuesta, sobre todo, a seguir siendo el alma del consenso político.
Y este puente de la Constitución da mucho de sí.
El año pasado, el 9 de diciembre, inaugurábamos la nueva Casa de Cultura de Pola de Laviana. La semana que viene haremos balance de este primer año, pero podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la Casa de Cultura ha sido un revulsivo en nuestra villa. Hoy Laviana utiliza, en todo su esplendor, una instalación única, que nos hace ser ambiciosos y que nos hace desarrollar una política cultural seria. La coordinación de los contenidos de la Casa de Cultura de Pola con el CIDAN ha hecho posible -y gracias a los trabajadores encargados de la gestión cultural de estos centros- que hoy, como vemos cada mes al recibir la hoja cultural de nuestro concejo, Laviana sea un ejemplo en lo que a Cultura se refiere.
Otra fecha para el recuerdo: un 9 de diciembre, en 1925, fallecía en Madrid el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, del partido al que tengo el honor de pertenecer desde los 17 años. Nunca olvido, al llegar ese día, que Pablo Iglesias sigue siendo para los socialistas una referencia de cómo debemos ser y qué debemos de hacer para luchar por nuestro pueblo. Espero estar, en mis funciones como Alcalde, a la altura de lo que mi pueblo espera de mí, siguiendo la estela de hombres nobles como Pablo Iglesias.
Y para finalizar esta breve reseña: el Sábado 5 de diciembre tomó posesión del nuevo centro social de Tolivia -la antigua Rectoral- la Asociación El Cascayu y el pueblo del Valle. Cientos de personas se agruparon, llenaron Tolivia, para festejar por todo lo alto que un sueño colectivo por fin se ha hecho realidad. Como Alcalde me siento orgulloso de haber trabajado con el pueblo de Tolivia para recuperar este centro que, estoy seguro, será un centro de referencia para el concejo de Laviana.
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