Empieza a sonar una melodía, en todos los medios de comunicación, que nos recuerda que el próximo 7 de junio se celebraran elecciones europeas. Dos cosas a este respecto. Una, lo que se eligen son los representantes de cada país en el Parlamento Europeo, institución comunitaria que cada día tiene más funciones. Dos, son elecciones que se celebran en todos los países de la Unión Europea, cada cinco años.
Hago estas aclaraciones previas porque, siguiendo algo la precampaña -ya veréis que larga- más bien parece que lo que se celebran son una segunda vuelta de nuestras elecciones generales, las que dieron la victoria nuevamente a Zapatero. Esas elecciones ya pasaron. No hay segundas vueltas posibles.
Ahora bien, el punto de partida no puede ser más demoledor. Las encuestas nos advierten de que la participación será muy baja. Eso no me gusta. También nos adelantan que el PP, en estos momentos, está mejor posicionado para ganarlas que el PSOE. Yo, frente a esto, quiero decir varias cosas. Lo primero de todo, animar a que la gente participe en estas elecciones. Y lo segundo, explicar que ahora no elegimos entre Zapatero y Rajoy, sino que votamos qué partido queremos sea mayoritario en el ámbito europeo: el PPE (equivalente al PP) o el PSE (equivalente al PSOE).
Aunque alguien pudiera pensar qué estas elecciones son de juguete, de la mayoría que salga en el Parlamento europeo dependen muchas cosas y muchas muy importantes para nuestra vida diaria. Pongo un ejemplo. El Parlamento Europeo estuvo a punto de votar una Directiva -una Ley, para que nos entendamos- que posibilitaba la jornada laboral en la Unión Europea de 65 horas semanales. Fue un socialista español, Alejandro Cercas, quién lideró la batalla en el Parlamento contra esa norma y al final, no salió adelante. No quiero pensar qué hubiera pasado si el PPE tuviera mayoría absoluta en el Parlamento Europeo... este ejemplo nos sirve para darnos cuenta de lo mucho que nos jugamos en Europa. O una Europa social, o una Europa del capital. Ése debe ser el sentido del voto de la gente. Por cierto, el próximo Viernes 15 de mayo, a las 19 horas, en el CIDAN, estará Alejandro Cercas con nosotros para explicarnos el proyecto europeo.
En Europa, como en España, se enfrentan dos grandes visiones ideológicas. La que representa la Derecha europea -el PPE- y la que representan los socialistas-democráticos -el PSE-. Del resultado final, del nuevo Parlamento europeo, dependerán muchas cosas. Por eso, lo importante, es que la gente vote. Cada uno la opción que quiera, pero que vote. Votando en Europa estamos construyendo la Unión, articulando la alternativa europea para un mundo que cambia, que afronta la crisis económica más grave de su historia, pero también de un mundo que se busca a sí mismo en los ojos de la gente.
El 7 de junio hay que tomar la palabra.