En Laviana hemos vivido hoy situaciones difíciles si bien es cierto no se ha llegado al nivel de estos concejos. Desbordamiento del río Nalón en la zona de El Condao-El Cañal, Puente d´Arcu, La Chalana... Amenaza de desbordamiento a la altura de Pola y Barredos -de ahí la orden de desalojo que se cursó de los centros educativos, cuando más peligro había en la mañana a consecuencia de la suelta de agua de los embalses-. Desbordamiento también de arroyos y regueros que provocaron inundaciones en Pola -hasta en tres sitios diferentes, principalmente-; en Barredos -su centro completamente anegado- y problemas en Tiraña, Tolivia, Carrio, Llorío... y un largo etcétera de pueblos y de núcleos. Y consecuencia de todo lo anterior, la aparición de argayos.
Pero quiero destacar algo. Los trabajadores municipales estuvieron hoy volcados en tratar de reconducir la situación y puedo asegurar que en mi recorrido por todos los puntos negros del concejo vi cómo desarrollaban su labor tratando de solucionar los problemas, poniendo todo su empeño en ello. Junto a ellos fue motivo de orgullo sentir la comprensión y el apoyo del pueblo de Laviana, del conjunto de nuestro concejo. No sólo eso, también su colaboración. Ver cómo los vecinos, en distintos puntos, colaboraban con los servicios municipales, es un ejemplo de que no sólo somos una suma de individuos, sino una comunidad de vecinos.
La verdad es que en Laviana hoy todos estuvimos mirando al cielo. A estas horas el tiempo está mejor y el río Nalón ha bajado de caudal gracias a la disminución de la suelta de agua de los embalses de Tanes y Rioseco. Mañana seguiremos mirando al cielo y tendremos en mente no sólo nuestros problemas sino también los de otros concejos de Asturias que aún los están sufriendo, en la esperanza de que el agua se encauce y todo quede en un mal recuerdo.