22.12.11

de la desconexión a la reconexión


Ha pasado ya un mes desde que los ciudadanos, a través de las urnas, nos trasladaron claramente un mensaje: no confiaban ya en nosotros, en los socialistas, para seguir gobernando España. En el camino quedaron cuatro millones de votos y muchas ilusiones rotas por el desencanto.

Aquel fue un momento clave: el de la desconexión. El PSOE se ha "desconectado" de la sociedad, de los ciudadanos a los que decimos representar y ello se ha traducido en una pérdida clara de las elecciones. Una crisis de credibilidad, ligada a los errores cometidos, nos han llevado a este resultado. Ahora bien, la responsabilidad de este resultado electoral, de esta derrota, es colectiva. No soy de los que crea que la sociedad, lo que espera de nosotros, es buscar un culpable y huir todos, como de la peste, de la responsabilidad de la misma. La responsabilidad de los errores cometidos, de la gestión negativa de la crisis -no se puede decir que hayamos perdido sólo por el desgaste de la crisis, que también, sino por la propia gestión de la misma- no puede ser exclusivamente de una persona. Es una responsabilidad colegiada, que comparten desde quiénes formaban la ejecutiva federal del PSOE y el Gobierno de España, pasando por todos los órganos de responsabilidad de nuestro partido hasta llegar a las agrupaciones locales. Todos somos parte del problema. Y todos, también, debemos ser parte de la búsqueda de soluciones.

Hemos de pasar, ya mismo, de la desconexión a la reconexión. Hemos tenido siete millones de votos. Siete millones de hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que siguen creyendo en nosotros, que creen que el proyecto socialista es el mejor para España. Son muchos, pero no suficientes. Hemos de abrir, desde ya, cauces de reflexión y de participación. Hemos de reconectarnos con la sociedad, con la calle, abrir puertas y ventanas, poner la oreja a ras de tierra y saber qué espera de nosotros la ciudadanía. Tenemos que hacerlo. Podemos hacerlo. Contactar con la sociedad civil organizada pero, también, con las personas que a título individual, formando parte de la sociedad, nos quieren dar su visión de las cosas. Hay que volver a pegarnos al terreno. Y hacer eso, pegarnos al terreno, nos exige estar dispuestos a escuchar cosas duras, críticas, reproches. Es lo que toca. Y hay que hacerlo. Para reconstruir la confianza, lo primero, es aceptar los errores cometidos. Y luego, tender puentes para el diálogo.

En mi opinión, además, es tiempo de construir de abajo a arriba. Es bueno que el Partido, en el sano debate en sus órganos internos -las asambleas-, previos a los congresos, haga un análisis real, dando opción a la militancia a exponer sus dudas, sus propuestas y sus ilusiones. No soy de los que cree que las cosas, en este momentos, se solucionan por arriba. Es hora de empezar por abajo, repito, como mejor forma de acercarnos de nuevo, de "reconectarnos", a esa sociedad que decimos querer representar. El 38 Congreso es la última etapa de este sano debate.

Y una última reflexión. Lo dije ayer y lo repito hoy. Le deseo suerte al nuevo Gobierno y que acierte. Y lo hago como español y como socialista. Como español, porque creo que es muy necesario para el país que el Gobierno acierte en sus decisiones. Como socialista, porque yo quiero recuperar la confianza de la ciudadanía no en base a los errores que vaya cometiendo el nuevo Gobierno, sino en base a que nuestro proyecto sea el mejor y se gane de nuevo la confianza de la sociedad.

De la desconexión a la reconexión.
Ése es el objetivo.

20.12.11

José Concheso de Coya

Cuantro entré por vez primera en la Casa del Pueblo, hace ya muchos años, me encontré con un retrato -éste- que me llamó la atención y que correspondía a una persona llamada D. José Concheso de Coya. Una persona importante para su época, ya que una calle de Laviana llevó su nombre. En concreto y, para ser más exactos, José Concheso de Coya era el nombre de la calle más importante de Pola de Laviana, la que llamamos la general y que hoy recibe el nombre de "calle Libertad".

Pues bien, pasado el tiempo, hará algo más de un año, me descubrió un amigo -Héctor Suárez- que tanto él como yo estábamos ligados por parentesco común a José Concheso de Coya. Averiguando, averiguando, efectivamente José Concheso de Coya, era hermano de Dolores Concheso de Coya, madre de Dolores Vega Concheso y ésta, a su vez, madre de Dionisio Barbón Vega -mi abuelo- y padre de mi padre. O lo que es lo mismo, era hermano de mi tatarabuela.

¿Quién fue José Concheso de Coya? Francisco Trinidad, en uno de los boletines de la Fundación Emilio Barbón, nos da algunos datos sobre él. Había nacido en 1869, en Pando, parroquia de Llorío. Emigró a América, de dónde regresó con algún capital y cierta cultura. A su regreso se estableció como hostelero, fijando su negocio finalmente en el año 1906, en la calle que luego llevaría su nombre. Se casó con Inocencia Arrieta y nunca tuvieron hijos. Murió el 30 de octubre de 1911, habiéndose cumplido este año CIEN desde su fallecimiento.

El periódico El Noroeste, le dedicaba una semblanza al día siguiente, diciendo que era "[...] un gran luchador, un hombre honrado que dedicó buena parte de su vida a inculcar en el alma de un pueblo supersticioso [...] la savia de los ideales modernos". También decía de él "[...] sabía inculcar en los demás sus propias ideas; no con la brusquedad del fanático, sino con la persuasión del que fía a la razón serena el triunfo de una causa. Laviana pierde con D. José Concheso de Coya un gran elemento de progreso y los demócratas asturianos todos un eficaz propagandista [...]".

El Centro Republicano de Laviana hizo público un manifiesto honrando a José Concheso y a su entierro -por lo civil y sin flores por expresa prohibición del finado- asistieron unas 3.000 personas según la prensa de la época.

El testamento es, sin duda, un documento de primer nivel. Entre sus albaceas nombra a Julio Castaños Nieves, quién sería luego Alcalde de Laviana tras la proclamación de la República y es el 4 de junio, a propuesta del Partido Republicano Radical Socialista cuando el Ayuntamiento que preside el propio Julio Castaños Nieves aprueba darle el nombre de la principal calle de Pola de Laviana a José Concheso de Coya. Gracias al testamento, sabemos de sus hermanos -a los que donará 1.000 pesetas cuando muera su viuda, entre ellos, mi tatarabuela- y dona también una cantidad importante al Ayuntamiento de Laviana para construir un lavadero público en Pola -1.000 pesetas- y otras 4.000 pesetas, a situar en un fondo en el Banco de España, para pagar seis becas al estudio anuales, en concreto cuatro para niños y dos para niñas. Por último, lega su biblioteca al Centro Obrero de Pola de Laviana.

De su testamento, que es una pieza literaria preciosa, quiero destacar algo. Son las referencias que una y otra vez hace a su mujer, Inocencia Arrieta, a la que pide que lo entierre por lo civil, sin ningún tipo de monumento ni ostentación y que le plante encima de su tumba sencillas flores naturales. Pero dice algo más. Le dice ésto a su mujer: "Que habiéndole proporcionado su esposa la mayor felicidad que una mujer puede proporcionar a su marido, sería un egoísmo por su parte exigirle una viudedad perpetua. Aprueba, pues, contraiga nuevo matrimonio siempre que con él mejore su estado de viuda. Ojalá sean los dos tan felices como lo hemos sido nosotros".

Yo, al cumplirse cien años de su muerte, quiero recordarlo. Con respeto, con profunda emoción, con admiración, a quién en vida hizo cosas buenas por Laviana -y como vemos, también después de muerto- y que gozó del cariño de los lavianeses. Estoy seguro que se sentiría muy honrado al saber que la calle que llevó su nombre es hoy la calle Libertad, ideal por el que José Concheso de Coya dió su vida.

Para él es hoy mi recuerdo.

14.12.11

de alcaldes y otras historias


Albino Suárez, por todos conocido en Laviana, ha presentado un nuevo libro. En esta ocasión titulado "De Alcaldes y otras historias". No es el primero y tampoco será el último. A él se le deben decenas de libros, la publicación de la revista "Alto Nalón" durante 25 años y cientos de artículos publicados en prensa. Historiador local como pocos goza del reconocimiento de una gran parte de la gente que lo trata y que lo aprecia tal y como es. Yo no puedo ocultar que siempre he tenido una muy buena relación personal con él y que cuenta con mi cariño personal.

Quién vea el título del libro, pudiera pensar que solo trata de los Alcaldes que ha habido en Laviana. Y no es así. Es cierto que a él se le debe la primera recopilación que existe de Alcaldes que se recuerda, datos sobre sus biografías y sus vidas y obras. Pero sobre todo, por encima de todo, este es un libro que habla de Laviana, de su Historia, de las historias que conforman su Historia.

Y Albino lo escribe tal y como es él: crítico, con comentarios irónicos, atento a la opinión de la calle y, sobre todo, fiel así mismo. Se puede estar o no de acuerdo con lo que piensa pero nadie, absolutamente nadie, podemos negarle a Albino Suárez su gran pasión por estudiar y conocer Laviana.

Conclusión: que os animo a que lo leáis. Habrá cosas que gusten más o menos pero Albino es el mejor reflejo de que Laviana es una tarea común. Que todos tenemos nuestro sitio en Laviana. Que Laviana es lo que nos une y que gente como Albino, gota a gota, son las que hacen posible que nuestro concejo tenga presente y futuro. Pero sobre todo, gentes como Albino Suárez hacen posible que conozcamos un poco mejor nuestra historia.

9.12.11

Pablo Iglesias


9 de diciembre de 1925. Pablo Iglesias, fundador del PSOE y la UGT, fallecía en su casa de la calle Ferraz -actual sede del PSOE- tras una larga enfermedad. Hombre íntegro, luchador, referencia insustituible de la historia de España. Respetado por la inmensa mayoría era definido como "el santo laico".

Este año volvemos a recordarlo, a tenerlo presente. Es nuestro "abuelo", nuestro fundador. Nuestra referencia histórica insustituible. Nuestro ejemplo a seguir. Precisamente el año pasado celebrábamos los cien años desde que había sido elegido por vez primera diputado. Un único diputado socialista, capaz de hacer de su voz la mejor defensa de los oprimidos. Otro 9 de diciembre que permanece en nuestro recuerdo colectivo es el de 1931. Aquel año, como reconocimiento por parte de la naciente II República a Pablo Iglesias, era aprobada la nueva Constitución -firmada, por cierto, por el sucesor de Pablo Iglesias, Julián Besteiro-.

Ahora que el PSOE vive tiempos difíciles, hemos de recordar, con más fuerza si cabe, a Pablo Iglesias. Somos la herencia que dejó al pueblo español y hemos de trabajar para seguir sirviendo a España como él nos enseñó.

Pablo Iglesias, siempre, en el recuerdo.

6.12.11

33 años de Democracia


6 de diciembre de 1978. Los españoles acuden a las urnas para aprobar o rechazar el proyecto de Constitución española que, desde hace meses ha venido debatiendo el Congreso de los Diputados. Los españoles, con un abrumador voto, aprueban el texto Constitucional que entrará definitivamente en vigor el 29 de diciembre de 1978.

El 6 de diciembre, día de la Constitución, es una fecha de necesario recuerdo. No puede ser vista como una fiesta sin más sino que nos tiene que servir para repasar nuestra Historia, refrescar nuestros recuerdos y construir el futuro.

El Ayuntamiento de Laviana ha querido, bajo el impulso de la Concejala Inés García Vega, promover un acto de recuerdo y homenaje a nuestra Constitución. Ha sido un acto sencillo, pero solemne, en el que concejales, trabajadores municipales y ciudadanos en general, han dado lectura -hemos- a distintos artículos de nuestra Constitución. Mi gratitud a todos los que han participado en este acto. De concejales han estado, por parte del Gobierno Local y representando al PSOE: Julio, Inés, Justo, Sara. Del PP, Marianita y Ramón Ferrer. De IU, Jose, Tante y Leticia. De Foro, Luisa. Personas de todo el espectro ideológico. La música al acto la puso la joven lavianesa Ana García Canteli, alumna del Conservatorio de música del Valle del Nalón que nos deleitó con su arte.

Es bueno recordar, también, que esta es la tercera Constitución democrática que ha existido en España. La primera, la de 1869, que implantó la monarquía democrática de Amadeo I y reconoció el sufragio universal - en aquel momento sólo masculino-. La segunda experiencia, la Constitución republicana de 1931 que recoocía un amplio espectro de derechos y libertades, consagrando el voto para las mujeres. Ambas experiencias tuvieron una duración temporal muy escasa. La única Constitución democrática que perdura en el tiempo, es la de 1978.

Yo, en un día tan señalado como hoy, quiero rendir homenaje a la Libertad. Quiero recordar a aquellos hombres y mujeres que, con pensamientos políticos muy diferentes, supieron articular un sistema democrático en el que todos pudiéramos participar. Un recuerdo especial para el Presidente del Gobierno que sacrificó todo para hacernos libres: Adolfo Suárez. En este tiempo tan difícil que vivimos, yo quiero apelar a recuperar el espíritu de consenso que hizo posible la Constitución. En vez de seguir por la vía del insulto, de la tensión política y social, del ataque o la calumnia personal que por desgracia algunos aplican en Política, yo apelo a la fuerza del diálogo, al tender puentes y al consenso que hizo posible la Constitución de 1978.

Hoy más que nunca merece la pena recordarlo.