y acertó

Hoy me desayuné con una interesante entrevista a Luis Ángel Rojo en El País. Rojo fue gobernador del Banco de España desde el año 1992, cuando fue nombrado para ese cargo por el Presidente González. En ella se hace referencia a una predicción que Rojo hizo hace ya años: el sistema de regulación financiera de Estados Unidos, sin controles ni restricciones, provocaría una gran crisis económica a nivel mundial que iba a comenzar en Estados Unidos y extenderse al resto del planeta. Y acertó.

Así ha sido. La situación económica que el mundo está viviendo es consecuencia directa de varias cosas. Ha nacido en Estados Unidos, dónde el capitalismo sin controles se ha llevado al límite. Se concedieron créditos sin garantías y ello ha provocado una reacción en cadena a nivel mundial. En nuestro país, bajo la dirección de Rojo en el Banco de España, se impusieron fuertes medidas de control que hacen que hoy nuestro sistema financiero y bancario sea más sólido que el de la mayoría de los países del mundo. El propio Rojo intentó, en su día, imponer controles a nivel europeo, denunciando como equivocada la política americana. Nadie le hizo caso. Hoy todos pagamos las consecuencias.

Esta situación ha dejado ver algo que muchos millones de personas compartimos: el capitalismo salvaje, sin controles, sin regulaciones, no genera riqueza sino más pobreza. Movimientos de capitales sin ningún control mundial, sueldos de escándalo para los grandes directivos, limitación de las políticas públicas y consideración de los que defienden lo público como reliquias históricas... Y al final la debacle. El capitalismo salvaje se ha devorado así mismo y acude, ahora, a rogar la intervención de los poderes públicos para que no desaparezca totalmente devorado por sí mismo ¿Dónde están los neoliberales ahora? ¿Por qué no siguen defendiendo que lo mejor es que el mercado actúe libremente sin ningún tipo de intervención? El problema no es que el capitalismo salvaje se autodevore sino que provocaría, con ello, el colapso de la economía mundial y al final siempre pagarían el resultado los de siempre: los más humildes. Por eso el poder público ha tenido y tiene que actuar.

La Izquierda tiene una oportunidad para lanzar otro modelo de desarrollo social y económico que, sin dejar de reconocer las posibles virtudes del mercado, reivindique la necesidad de controles, limitaciones y la primacía del poder político sobre el económico. Que no permita las ganancias escandalosas de cuatro en tiempo de bonanza. Que no consienta los movimientos de capitales especulativos. Estamos ante una nueva etapa de la Historia mundial. Tenemos graves problemas pero también, estoy convencido, vamos a ser capaces de salir de ellos con un nuevo modelo de desarrollo económico y social. Es curioso, en este sentido, que Gordon Brown, Primer Ministro británico, estuviera amortizado políticamente hace semanas y hoy lidere, a nivel mundial, la aplicación de una política económica nueva, de rescate y mejora del sistema, de introducción de límites y controles. Como dice un filósofo "los grandes líderes se aprecian cuando surgen grandes problemas". Habrá que estar a ver como evolucionan las cosas pero ya nada será igual. Ni puede serlo. Llegó el momento de construir un nuevo modelo.