la universidad de la gente

Este Lunes arrancaba una iniciativa que puede marcar un antes y un después de muchas cosas: la Universidad Popular de FUCOMI (Fundación de las Comarcas Mineras). Bueno, de FUCOMI, en colaboración con los Ayuntamientos de cada municipio en el que se realizan talleres, que no sólo aportan al proyecto 12.000 euros en metálico -bastante dinero- sino el uso de instalaciones municipales. Una iniciativa que, en el caso de Laviana, partía de la oferta de unos 12 cursos -al final la demanda aumentó algunos y redujo otros- y que supone dar la oportunidad de acceder a una formación complementaria.

A simple vista la idea es muy interesante. Permite acercar a la gente una formación que le sea de interés. Hacer, por tanto, una Universidad para la gente.

Pero tengo que reconocer que nunca me ha gustado ver los toros desde la barrera. Por eso y porque creo que es obligación de los políticos conocer de cerca las políticas que se ponen en marcha para saber si son o no acertadas, me decidí a apuntarme a uno de los talleres de la Universidad Popular -que duran hasta Junio-. En concreto, el de Protocolo y Etiqueta. Y tengo que reconocer que, siendo ayer mi primera toma de contacto, el resultado ha sido esperanzador. Un buen programa, una profesora que se ve que sabe y además que quiere que los "alumnos" sepamos también y bastantes alumnos. Más bien alumnas. Porque salvo yo y un amigo mío, el resto son mujeres... Por la impresión que saqué y que también observé al hacer una visita rápida por otros cursos, la Universidad de FUCOMI se ha hecho popular y merece la pena. Los euros que cada alumno hemos pagado merecerán también la pena. Y también, como no, la propia aportación de los Ayuntamientos.

Así pues esta iniciativa promete. Y sólo espero que todos los que participan en ella sientan igual que yo estas buenas y primeras impresiones.