sobre la financiación autonómica

Muchos ríos de tinta han corrido con esto de la financiación autonómica. Muchos y variados. Gentes de todo tipo han opinado y dicho lo que han querido o lo que han podido. Yo, durante todo este tiempo, preferí guardar silencio. La razón: hasta no saber la verdad, no quería opinar sobre si el sistema iba a ser bueno o malo.

Pues bien. Hoy el Consejo de Política Fiscal y Financiera -el órgano que reúne a la Ministra de Economía y a los Consejeros y Consejeras de Economía de toda España- presentará el nuevo modelo que, muy previsiblemente, se aprobará.

Hay cosas que conviene saber. El modelo anterior estaba desfasado desde el primer día, porque no es lo mismo prestar servicios a 37 millones de personas que a casi 44. Por eso era tan necesario poner encima de la mesa la renegociación del modelo. Y otro dato que no podemos olvidar: Asturias es la Comunidad autónoma que menos creció en población -en concreto, poco más de 900 personas-. Y otro más: el punto de partida lógico, de todo modelo de financiación, es la población de cada Comunidad: es decir, si lo que se busca es dar los mismos servicios en todas las comunidades de España, no puede ser el mismo gasto prestar los servicios sanitarios para un millón que para ocho millones. Es lógico, ¿no?

Ahora viene un matiz. Este matiz es el que defendía la FSA-PSOE -lo sé porque formo parte de su ejecutiva autonómica y la posición de Javier y de la FSA es muy clara a este respecto- así como el Gobierno de Asturias. No es lo mismo prestar asistencia sanitaria a una población envejecida que a una población joven. Y no es lo mismo dar servicios a una población dispersa -muchos núcleos pequeños que llenan el territorio- que una población concentrada -pocos núcleos y grandes-. Ese matiz era necesario introducirlo y sino se introducía, el modelo de financiación no era el adecuado.

Pues bien, el resultado es el que es. Varios Fondos cuyo resultado final, para el caso de Asturias, suponen unos 200 millones de euros más en financiación de los que ya teníamos. Y ello gracias a incorporar las variables de envejecimiento y dispersión de la población. Algunos dicen que es poco. Bien, les pongo otro dato para ver si mejoramos o empeoramos. Siendo una Comunidad que mantiene igual su población -la misma- subimos 200 millones. Pero hay más. Estos datos hay que calcularlos por cabeza: es decir, repartir todo el dinero que se da en financiación para una Comunidad y dividirlo por el número de habitantes de esa Comunidad. Asturias, con el sistema anterior, era la séptima comunidad en el ranking, por arriba -es decir, de las comunidades que reciben más que la media-. Pues bien, con el nuevo sistema mejoramos y pasamos a ser la cuarta comunidad en el ránking.

Además hay algo en el nuevo sistema que me gusta: el 80% de los nuevos fondos debe ir, íntegramente, a financiar los servicios sanitarios, educación y servicios sociales. Así se controla que las Comunidades -como por desgracia pasa en algunas- no cojan el dinero y luego lo destinen a lo que les da la gana. Y así tienen una Sanidad y una Educación que dan miedo.

Dejo aquí los datos para que todos, desde una postura razonada y razonable, podamos opinar. No vertiendo ríos de tinta al tuntún, sino desde una postura consciente de nuestra realidad y de cómo salimos parados de esta negociación... por cierto, ahora falta ir a la reforma de la financiación local. Es la próxima estación.